La década de 1920 fue un periodo efervescente para el cine, especialmente en Alemania, donde la expresionismo cinematográfico floreció con una energía casi caótica. Entre las obras maestras de esta época se encuentra “Infierno” (1920), una película muda que nos sumerge en la vida nocturna del Berlín de posguerra, explorando temas como la decadencia moral, el deseo y la lucha por la supervivencia en un mundo fragmentado.
Dirigida por Fritz Lang, este pionero del cine alemán, “Infierno” presenta una narrativa fragmentada que se asemeja a un rompecabezas. La película sigue las historias entrelazadas de varios personajes que habitan los bajos fondos de Berlín: el artista fallido Franz, atrapado en una espiral de vicio; la bailarina Gitta, soñando con una vida mejor; y el misterioso profesor, quien esconde un oscuro secreto.
Personaje | Actor | Descripción |
---|---|---|
Franz | Rudolf Klein-Rogge | Un artista atormentado por la pobreza y la desesperación, que busca refugio en el alcohol y las drogas |
Gitta | Greta Schröder | Una bailarina seductora con una inocencia que contrasta con su entorno despiadado |
Profesor | Emil Jannings | Un enigmático intelectual, envuelto en un pasado turbio que amenaza con destruir a quienes lo rodean |
La trama se desarrolla en un Berlín decadente y desmoralizado, donde las sombras de la Primera Guerra Mundial aún pesan sobre la sociedad. Los escenarios, diseñados por Karl Vollbrecht, son obras maestras del expresionismo alemán, capturando la atmósfera claustrofóbica y la angustia existencial que permea la historia. Las calles estrechas y laberínticas reflejan la confusión moral de los personajes, mientras que los interiores opulentos contrastan con la miseria de las calles, creando un juego de contrastes impactante.
“Infierno” es una película que desafía las convenciones narrativas tradicionales. La trama no sigue una línea recta, sino que se desarrolla en secuencias fragmentadas que exploran los pensamientos y deseos de cada personaje. Esta técnica narrativa, innovadora para su época, refleja la complejidad del mundo interior de los protagonistas y la desintegración moral que azotaba a la sociedad alemana de Weimar.
Lang utiliza la iluminación dramática y los ángulos de cámara extremos para crear una atmósfera de tensión y suspense. Los rostros de los actores se deforman bajo la luz artificial, amplificando sus emociones y generando un sentido de incomodidad en el espectador. La música, compuesta por Otto Kanturek, aporta una dimensión adicional a la experiencia cinematográfica, intensificando la sensación de misterio y melancolía.
¿Por qué “Infierno” sigue siendo relevante hoy en día?
Más allá de su valor histórico como testimonio del cine expresionista alemán, “Infierno” continúa resonando con el público actual por su exploración de temas universales: la lucha por la identidad, la búsqueda de significado en un mundo caótico, y las consecuencias del deseo descontrolado.
La película nos invita a reflexionar sobre la naturaleza humana y las fuerzas que impulsan nuestro comportamiento, tanto en momentos de crisis como en periodos de aparente estabilidad. “Infierno” es una obra maestra del cine mudo que trasciende el tiempo, ofreciendo una visión profunda y perturbadora de la condición humana.